Jamás comprenderé a fondo (al menos hoy eso creo) lo que hay dentro de mucha gente en cuanto a sus anhelos y prioridades. Puede que lo entienda pero no lo puedo llegar a compreder cual si fuese en carne propia. ¿Por qué (por ejemplo) un puñado inmenso de dinero, confort, poder y belleza, pueden con el amor hacia lo humano, hacia lo de cada quien?
Matar a gente que tiene dolientes, envenenarle el cerebro a jóvenes que prometen futuro respirable... todo por ese poder que da el oscuro tirano de la moneda: de lo que se canjea; de lo que se comercia. No entiendo. Cuándo fue que cada quien perdió el norte de sus anhelos, de sus pasiones más transparentes, para correr tras de ese confort y lujos que a veces jamás llegan, que a veces jamás se alcanza y que nunca nunca satisface por completo. Naces, juegas, vives, sueñas, ries, cantas, vas a la universidad y/o al liceo, te forjas ilusiones, te entregas con fervor al por qué de tu mundo, tuyo y ajeno a veces al rebaño, y sin embargo, te graduas, te conviertes en pieza de la gran máquina. Y no es eso lo lamentable; el problema es que se nos olvida que ese confort, ese lujo, aquel novio, ese café, este carro, todo... son medios para vivir. No la finalidad de la vida.
La vida no es la taza de colores por cuya textura, material, pintura y antigüedad te mortificas. No, la vida es el café que está dentro de la taza, hay que beberlo antes de que se enfríe, hay que echarle azúicar porque todo suele ser amargo y hay que disfrutar cada pedacito de aliento pues hoy se sabe qué ha pasado, pero mañana ... nadie mortal lo sabrá. PD. Excelentes cantautores venezolanos los de este video, Desorden Público y Papashanty Saundsystem, en pro de la lucha por la paz, no solo la armada, si no la del corazón que nunca se quiere dormir
