martes, 28 de abril de 2009

Hace mucho que no escribo...

...y las últimas veces que he colgado algo en este espacio que antes solía ser un rincón al cual retocaba y atendía con frecuencia, lo he hecho por no dejarlo caer en el total y mero abandono agregando cualquier cosa que es de mi interés y quiero compartir con la gente (para mí muy valiosa) que suele pasar por este lar electrónico.
Quiero decirle a los que por primera vez transitan este espacio que no soy más que una sustraida del rebaño masivo de gente que camina en zapatos (muy de vez en cuando, pero sustraida al fin): una muerta ambulante que resucita cada vez que abraza de veras a su gente o que alcanza un teclado o un lápiz; y a los que otras veces (y con frecuencia relativa) vienen a ver si me digné a actualizar, pues nada, recordarles que les amo y les soy solidaria aunque jamás sepa del olor y textura de sus pieles y ropas, que extraño muchisimo las largas noches y mañanas de leer sus entradas y discutir las mías por chat, correo o teléfono, sí, muchisimo les extraño, pues de verdad el cuerpo no me da para hacerlo (volver con a ser tan asidua) entre tanto y tanto que la economía, el sistema, y la cotidianidad me exigen hacer, entre el lugar en el que (poco a poco) el monstruo social me ha ido ubicando y mi lucha por no quedarme simplemente ahí: enajenada y simple, los ojos, ni las manos, ni el alma, ni la espalda me alcanzan para teclear, concentrarme y saludar, hablar de los hermosos ojos de todos los niños, ancianos, indigentes y brujas que a diario miro, ni para contarles que mi pequeño querubín que del útero me sacaron hace dos años cada vez me enamora más con su risa de pícaro, o que ando ayudando a algunos estudiantes rezagados a terminar el bachillerato aprobando biología.... en fin ni para hablar de mi loco-cuerdo valiente y bocón amado presidente me ha dado chance de escribirles. Sin embargo, hoy, dolor de espalda a cuestas, ojos en arena, marido ausente, bebé y madre dormidos, conciencia de que mañana hay que madrugar, etc., etc., etc... Aún así dije: Mayela esa eres tú: ponte a escribir.

10 Mandamientos para salvar la tierra

1. Acabar con el sistema capitalista

2. Renunciar a las guerras

3. Un mundo sin imperialismo ni colonialismo

4. Derecho al agua

5. Desarrollo de energías limpias

6. Respeto a la madre tierra

7. Servicios básicos como derechos humanos

8. Combatir las desigualdades

9. Promover la diversidad de culturas y economías

10. Vivir bien, no vivir mejor a costa del otro