martes, 14 de septiembre de 2010

a mis 26 y 1

Para recalcar que estoy vivo en medio de tantos muertos. Para aligerar este duro peso de nuestros días, esta soledad que llevamos todos islas perdidas. Para descartar esta sensación
de perderlo todo, para analizar por donde seguir y elegir el modo. Para descubrir que la vida va
Sin pedirnos nada y considerar que todo es hermoso y no cuesta nada. Para aligerar/Para descartar /Para analizar y considerar / Para combinar/Para estar con vos/Para descubrir y considerar: Sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros.

Víctor Heredia



No sé por dónde empezar realmente, pero para serle fiel a mi generación y a mi gentilicio trataré de que sea por el principio; por acotar sin más, que me gusta darle sentido sentimental a las cosas que solo tienen algún sentido porque el ser humano se lo dio para girar en torno a algo; como el calendario gregoriano que nos marca el giro de la tierra en traslación y que imaginariamente hace que repitamos los días cada año ¿día, año? parámetros humanos, simplemente humano.

En ese hilo de pensares y sentires mañana es otra vez quince de septiembre y era traicionarme el no escribir estas líneas, que espero, no sean tan difusas y espero también, las lean varios ojos. Se cumplen 27 años gregorianos solares de que me extrajeron laboriosas manos maracaiberas del maracaibero vientre de mi madre en la Venezuela saudita de un 1983, mientras sus hermanos pueblos del sur se desangraban en cruentas dictaduras y Alfonsín llegaba para hacer una vez más a Argentina un pueblo traicionado, le daban el Nobel de la paz a Walesa y lo nuclear empezó a entrar en boga desde la entonces URSS hasta nuestros ingenuos tímpanos de ahora.

Y ahí llegué yo, con mis inmensos ojos y atropellada lengua que no se tardó 7 meses en articular palabras, con mi miopía a ultranza que se empeñó por muchos años en no dejarme leer a mis anchas ni seguir nadando en piscinas cloradas.

Hace 27 años que inició mi humilde historia… ¡Carajo!...Más de un cuarto de siglo y cómo no darme por escribir si he ganado tantas cosas en ese breve recorrer y nada he perdido, como diría Pablito Milanés: no he perdido, lo que viví de alguna forma algo ha sembrado…

Tan poquitos otoños y tengo más miopía y astigmatismo que un octogenario y más días de llanto que una plañidera pero acá estoy, y confieso que no me cabe en el pecho el regocijo, y es doble, porque lo he alcanzado con tristeza incluida, como dijo mi padre cantor: equilibrio hermano, equilibrio.

Debo mis días a lo más grande, a lo que me ha dado sustento desde que tomé conciencia de ser, como ser humano, como persona pues: al amor que siento por todo y por todos, sin embajes, sin genuflexiones, sin escatimar en nada y hoy por hoy, de nada me arrepiento y eso me enaltece.

Quiero dedicar la felicidad de este día en este año específico al mundo con todo con sus malditas bombas norteñas o septentrionales, su fundamentalismo de mierda y su preciosa voluntad por hacer resurgir la vida y las sonrisas de los niños; también a mi hermosa patria con su recién nacida y vulnerada voluntad política y su arrecho pueblo caraqueño, aragüeño y su sabor y solidaridad zuliana (mejorando todo el territorio que por no agotar letra no nombro pero que también merece); la dedico a mi pueblo de a pie (mis alumnos, profesores, gente toda), ese que me ha enseñado a jamás ponerle un precio a mis convicciones ni a ninguno de mis (errados o no) criterios personales, y a este pueblo le transfiero hoy las palabras de mi amado Padre Cantor Alí Primera cuando dijo: Nunca te he nombrado PUEBLO en abstracto. Mi amor por ti tiene nombre propio en los obreros, en los estudiantes, en los indígenas (nuestra primera sangre), en los marginados, en los artesanos, en los artistas populares, en los presos políticos y en general en todo aquel que vive de su trabajo y que sufre la angustia y la injusticia generadas por esta sociedad inhumana y depredadora. Mi solidaridad con todos ellos tiene su razón de ser en mi origen, en mi formación, en mi conciencia, en mi sensibilidad y en mi amor por lo seres humanos y mi respeto por la condición humana de hombre. Nunca he pedido nada a cambio. Me basta con la profunda paz que siento conmigo mismo, de la alegría de saber que estoy cumpliendo con mi deber.

Dedico también la dicha de mis humildes 27 otoños a mi familia, por enseñarme a distinguir entre lo trivial y lo profundo, lo mezquino y lo generoso del corazón humano, y en este tópico hago un paréntesis por agradecerle a la vida haberme dado un hermano mayor que supo serlo y unas hermanas solidarias, y hermosas más allá del ADN, Natalí y María Laura, gracias por recordarme con su amor, su solidaridad y su incondicionalidad, que nada está perdido para el que viene a ofrecer su corazón y; a mis hermanos y amigos del alma que sé, leerán esto pronto por sí mismos, por supuesto a Carlos mi compañero de mesa, cama, preocupaciones y batallas corazón adentro por todo el amor, la paciencia, la entrega silenciosa de su afecto.

Pero por encima de todo agradezco a la vida darme los inigualables padres que me trajeron y hasta ahora me sostienen en muchos sentidos aferrada a esta tierra, gracias inmensas por su amor, su sangre y su divino legado, por enseñarme a ser hija y también por ende a ser madre, por encima de todo gracias vida, gracias calendario gregoriano, gracias abstracción llamada Dios y Padre Eterna Luz Omnipotente e Infinita, por regalarle a mi soledad un viernes de marzo ese sol preescolar por mí llamado: Santiago Elías.

Por eso como no decirme FELIZ cumpleaños:

María Mayela

jueves, 9 de septiembre de 2010

Cual botella al mar

Si vez una flor marchitada en el suelo, es mi corazón que se muere de celos;

aquel gorrión que suspira en el árbol, es mi alma que llora si no le haces caso;

si vez por el cielo una blanca paloma es mi vida y mi voz que te van a decir lo que yo te quiero”

Jesús Emmanuel Acha (Enmanuel)


“Si es cuestión de confesar (…) Conmigo nada es fácil, ya debes saber: me conoces bien (…) Ya sabrás la situación, aquí todo está peor, pero al menos aun respiro (…) y para ser más franca nadie piensa en ti como lo hago yo, aunque te dé lo mismo”

Luis Fernando Ochoa / Shakira Mebarak

Sí, cual botella al mar te lanzo estas humildes líneas, cargadas de lo que siempre las cargo cuando decido escribirte: de mi pasión sin reservas al profesarte mi amor.

¿Por qué crees que sigo apostando a nuestra permanencia?

No es por el simple hecho de amarte: le he dado la espalda a gente que he amado.

No es porque tú también le apuestas: ese tipo de reciprocidad no me determina nada por sí sola.

No es porque me gustes mucho: ese tormento es superable y reemplazable.

No es porque te necesite: necesito muchas cosas de la vida que quizás jamás logre tener y sé que sobreviviré.

Es porque también me amas; pero no es tan sencillo como suena…

Quizás pienses que debo conformarme con que seas afectuoso, acariciador, entregado cuando nos veamos; con que me seas (no sé) si fiel o leal; con saberte “mío”, a tu manera. Quizás a ti mismo se te olvida lo que has sido en mi vida…

Te contaré una historia amigo mío, que de pronto te la sabes mejor que yo y te estoy subestimando (ojalá así sea), pero por si acaso te la rememoro:

La historia de la flor en botón desorientada y viciosa que te encontraste un día por la ventana del Messenger manifestando soledad y la deshojaste buscando placer, encontrando amor, inestabilidad y desencantos.

La historia del arrepentimiento al entender lo que representabas en mi vida, de la reconstrucción de mis ruinas sobre tu corazón.

Luego tú, tu incondicionalidad, tu perseverancia a prueba de todo, tu paciencia a prueba de mis peores balas, tus caricias siempre dispuestas a derretir mis témpanos.

Eres incapaz de mantener mi flama estable cuando tienes tres días fuera de nuestra ciudad, me revientas los nervios con tu tranquila indiferencia desde la cual aseguras seguirme amando, pero es imposible no creer en lo que anida en tu pecho cuando me miras a los ojos.

Quizás un día te diga, no soporto tu ritmo; las razones del corazón la razón las desconoce. Pero le pido a la vida que me deje seguir sufriendo de esta taquicardia de verte por muchísimos años más, y aún le pido otra cosa amor: que a ti te pase lo mismo.

Mayela

miércoles, 1 de septiembre de 2010

A pocos días de nuevas elecciones en Venezuela

“Si fácil es abusar, más fácil es condenar

y hacer papeles para la historia para que te haga un lugar (…)

viva el que huela a callejuela a palabrota y taller”

Silvio Rodríguez




Muchos ires y venires le ha costado a mi estrujado corazón el defender la permanencia del proceso gubernamental que está haciendo de protagonista en mi patria actualmente, muchas decepciones al ver a sus exponentes y defensores públicos lucrándose a su costa; mucha tristeza y vergüenza al ver a compatriotas de a pie gritando y ofendiéndose por deplorarlo, cual religión contra otra. Pero también me ha generado muchas satisfacciones y honores que nada tienen que ver con el poder monetario ni con pegar un tiro.

Me duele sí, ver a mi hermano insistirme en no creer en un proceso donde se roba tanto y tan impunemente, me duele porque es verdad. Me duele también ver a mis tíos sentirse asustados y ofuscados por la inminencia de un “comunismo atroz y además anárquico”, por creer que estamos sin reservas ni protección social; me duele porque no es verdad. Me duele ver a los vende-patria de siempre calarse franelas y gorras rojas para poderse calar también en camionetas y un sinfín de propiedades nunca sudadas y; me duele por otra parte, ser testigo aún de la existencia de un pueblo que a pesar de un Alí, de una Lydda, de una UBV, de decenas de centros culturales, sigue viendo y creyendo en un RCTV, en un Venevisión y más triste, en un Cadena Caracol.

Pero NUNCA a pesar de los pesares, volveré mi cara a lo que fue el pasado de mi patria y sus dolores, porque si bien casi no puedo soportar hasta el punto del ahogo y el asco, la politiquería y corruptela actual, jamás creeré en aquellos que por años fueron incapaces de darle un respiro a mi adorado país. Esos que en más de 40 (si contamos desde Bentacourt) años, se dignaron siquiera a pensar en promover mayor calidad en identificación, sistematización y/o modernización de nuestra documentación, alfabetización de las clases más desposeídas planes de salud (buenos o no), atención a las comunidades rurales y urbanas, pensiones dignas a ancianos y madres, derechos laborales al menos decentes, educación pública al alcance de verdaderas mayorías, participación deportiva internacional, promoción de las artes escénicas y musicales, por solo hablar muy pero muy parcamente de todo aquello que SÍ se pensó y se ejecutó en este gobierno actual, “tan loco, tan corrupto”, pero que ha hecho salir de su letargo a tanto compatriota mío, sobre todo a aquellos que se le oponen, pues son estos, quienes más consultan ahora la Constitución y las Leyes.

Pero solo puedo decirles a estos adversos, que mal que bien, con o sin errores garrafales y/o una que otra promesa incumplida, NADIE LE QUITARÁ A MI CORAZÓN LOS JOROPOS BAILADOS EN MI NUEVA VENEZUELA, entiéndase: ver a ex-ancianos abandonados ser ahora miembros activos de círculos de abuelos, que participan y se hacen en sentir en su barrio; ver a albañiles, camareros, amas de casa, matronas apáticas, convertirse en seres alfabetizados, algunos bachilleres, otros profesionales (¿qué cuál es la calidad de esa educación alternativa? a esa pregunta yo tengo otra: ¿se preocuparon alguna vez por implementar alguna estrategia educativa para los excluidos, buena o mala, chimba o de calidad?); entiéndase cuando digo que nadie me quitará lo bailado:

- ver a mis chicos de la univ., conociendo a un Silvio, a un Fito Páez a un Alí, tanto tiempo ignorado;

- entiéndase, ver a mi gente reunida en un Consejo Comunal peleándose por una mejora en su casa o por el sentido de un artículo legal;

- entiéndase ver a antiguos vagos y/o adictos, organizarse en lides que van desde formar un equipo de fútbol hasta dejar de beber porque “mañana sábado hay clase en la aldea”;

- entiéndase ver a la gente comprando comida accesible en un PDVAL o Bicentenario,

- ver a un becario colega por cierto, de Misión Ciencia, que siendo pobre hace su doctorado en Ciencias Ambientales;

- entiéndase ver a mi padre obrero de mi patria, leyendo a Saramago y ver (por qué no acotarlo), a los periodistas diciendo aberraciones para desviar conciencias sin ser perseguidos ni desaparecidos,

- ver a mis amados camaradas votando emocionados cada año y por todo…

Así que, dadas estas cosas y casos, no sé qué pasará a partir de estos días, si ganará o no la Asamblea Nacional el gobierno del Comandante Hugo Chávez (autor intelectual de las bellezas en el literal sentido de lo que últimamente le ha dado a Vzla., el nombre de Patria). Pero por eso, hoy mi llamado o mejor dicho mi pregunta es pueblo mío, qué debes hacer: regresar a aquellos de siempre así tengan el rostro nuevo a las sillas que tú mismo construiste, o defender tus logros aboliendo la impunidad y corruptela empezando por tú no dejarte comprar, por tú, ser el contralor de tus tesoros.

Mi llamado es ese día a los centros de votación pero una vez allí mi llamado es hacia adelante, atrás: jamás!!!


María Mayela García

C. I.: 15.719.567

Bióloga


10 Mandamientos para salvar la tierra

1. Acabar con el sistema capitalista

2. Renunciar a las guerras

3. Un mundo sin imperialismo ni colonialismo

4. Derecho al agua

5. Desarrollo de energías limpias

6. Respeto a la madre tierra

7. Servicios básicos como derechos humanos

8. Combatir las desigualdades

9. Promover la diversidad de culturas y economías

10. Vivir bien, no vivir mejor a costa del otro