martes, 25 de octubre de 2011

Los caminos del viento by Eduardo Galeano

Querido Stig:


Ojalá seamos dignos de tu desesperada esperanza.
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.
Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.
Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, como han sido llamadas locas las Madres de Plaza de Mayo, por cometer la locura de negarnos a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.
Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.
Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.
 Palabras de agradecimiento, al recibir el Premio Stig Dagerman
Suecia, 12 de septiembre de 2010

martes, 6 de septiembre de 2011

VOY A DORMIR (Alfonsina Storni)

¿Cómo aprender a usar el cielo por sombrero?

No mirar hacia atrás por saber que en el pasado poco nada hay que buscar porque no existe, igual que el futuro, igual que el destino, igual que la palabra de un Dios de venganza y castigo. No volver el rostro a un abismo que de tan insondable no es nada: no es tal.

Tú: niño, eres mi vástago, continuación, perpetuidad, razón de vivir con un corazón latiendo.

Tú: hombre, eres mi nudo en la garganta, mi exaltación, mis ganas, mi empeño en el disfrute de cada segundo.

Tú: mundo, eres la razón de mi risa y dolores, mi hogar y mi gente, mi decisión de escoger el amor frente al egoísmo, el estoicismo ante la mezquindad, la pureza del querer sin esperar dádiva alguna.

Por eso oigo a Fito y repito: ahí voy: llegando a ningún lugar. Pero agrego yo, que donde quiera que se encuentren mis huesos estarán intentando aportar: algún verso, palabra, mano hermana, amor...

lunes, 1 de agosto de 2011

Lo que ves es lo que soy: feliz- o lamentable- mente


…qué sola y vana era la vida hasta hoy,

no hay nada aparte de ‘esa voz’ y yo:

Si todo es malo ¿Por qué nací flor?

¿Por qué soy triste y transparente?...

…El que quiera herirme hallará en mi hechura sangre mestiza sin condición, que mantiene abierto mi corazón.

Fernando Delgadillo


Me recuerdo de niña bailando y cantando canciones de Enrique y Ana soñando con cantarle y animar a multitud de niños;

me recuerdo luego feliz comprando cosas por el morboso placer de comprar junto a mi madre, usando mis primeros zapatos de tacón alto a los 14 años y;

ya a los 18 puedo verme (trago de ron en mano) yendo a la universidad en pijamas y sandalias, escribiendo ensayos de tono marxista con papel ecológico y el cabello a la cadera y…

… hoy: con el pelo casi igual de largo y las ideas casi igual de “siniestras”, con un niño de la mano y una licencia universitaria bajo el brazo, digo a lo venezolano: carajo! he pasado por la vida y la vida por mí, aunque aún no se me ven las arrugas en la piel de la cara.

No dudes entonces jamás del timbre de mi voz, ni del vibrar de mis ojos cuando lloran o ríen, ni de la veracidad del nudo en mi garganta cuando me preguntas lo que no quiero contestarte, no me compres por falsa, indecisa o ilusa porque pierdes tu anhelado dinero.

Cree sí, en mis ganas de comerme el mundo en toda la extensión de sus sabores y olores exceptuando tal vez el sabor del egoísmo o de la mezquindad;

cree en mi amor por lo armónicamente lindo,

por los resquicios de fraternidad pura que le quedan a lo humano de esta Tierra;

cree en la compasión que me inspira el delincuente, que, difiriendo de ti, creo poder perdonarle la vida.

Apuesta si quieres por mi ingenuidad a prueba de tus bromas más inverosímiles, porque no voy a poder ni en cien años quedármele a un despistado con su billete, ni cobrar “lo justo” por mi “talento”; y apuesta también que nunca le hablaré a Santiago del lucro que le generará aquello que estudie, ni de lo admirable que es tirarse a mil mujeres y menos si llegan a no gustarle: así soy: apuéstale a eso.

Soy las que ha sido capaz de darle su carne de hamburguesa a un perro callejero al tiempo que le he deseado la peor de las muertes a Bush con sus torres de enajenación; y sí: la que aún no está segura si prefiere verte en Júpiter o verte con otra, porque pese a los años, las adversidades y todo lo que nos distancia y diferencia, por ti siento pasión y también amor puro, el amor que se siente por el humano (sea camarada, hermano o padre) y la pasión que se siente por el hombre que ha sido capaz de robarme suspiros, necesidad de presencia, anhelos de pertenencia, fuego en la piel y en el alma, y abscesos helados en el espíritu, por pintártelo de algún modo.

Por eso, si está a tu alcance perdóname por todas las veces que no he sabido ni sabré bajar la voz en público, y por las otras tantas que he sido impuntual, lenta, poco ágil, nada práctica, también por los tragos de más, las lágrimas de añoranza y las ideas fijas cuando deseo algo “poco prioritario”, así como la poca creatividad y vivacidad cada vez que pierdo y desperdicio oportunidades que según tú, son irrepetibles y nadie me las compensará.

Perdóname también si así te nace y lo quieres, por todas las veces que te he confesado no encajar en este mundo, y por todas las veces que desvaloricé una entrega de tu parte que no volvería a repetirse amén de tu filosofía de no dejar pasar las oportunidades únicas.

Tú y yo tenemos algo en común para ambos: sin intención nos cambiamos para siempre el ritmo y el rumbo de nuestras existencias.

En mi caso no te culpo y si me siento a pensarlo, te lo agradezco.

Eres junto a Santiago mi mejor capítulo, quizás porque has sabido sacarle brillo a (lo que creo es) lo mejor de mí, me empujaste hacia la vida de verdad, fuera de la burbuja hogareña y me has enseñado los matices variopintos de la vida en diversas dimensiones.

Por mi parte te perdono una y mil veces cada vez que puedo,

todas las palabras que quiero oírte,

leerte,

inspirarte

y que ni siquiera piensas o sientes, todos los gestos y momentos que ni siquiera se te ocurren.

Te lo perdono porque sé que no te nacen, que no te lo inspiro…

…y eso no es culpa tuya ni mía.

Pero sí quiero que te quede claro también, por si acaso puedes con eso:

que al igual que tú, hay cosas de mi estructura interna que jamás voy a poder cambiar:

unas porque no quiero y otras porque son base de mi persona en esencia, es decir, no puedo cambiarlas.

Entonces es ahí cuando debemos pensar hasta qué punto es válido el quererse “aún con” y no “a pesar de” tales características.

Pues si bien no juzgo y hasta admiro a:

“tu verdad de la vida”,

a tu forma de sacarle punta a un balón,

a la manera en que usas la rabia y las frustraciones como impulso para darle más duro a la búsqueda de lo que tú llamas el porvenir,

a tu modo de diluir las tristezas y no arrebatarte en alegrías.

Así,

no me admires si a veces te horrorizo o avergüenzo, pero al menos no me juzgues y menos me condenes si por ejemplo le apuesto a la utopía, pues a mí como a Galeano, la utopía y solo la utopía de otro mundo posible (aunque solo lo sea en mi cabeza), es lo único que me sirve para seguir caminando sobre este demencial planeta.

Ámote y así será siempre así ya ni me veas…

Tuya y de la gente humilde:

María Mayela

jueves, 30 de junio de 2011


“…Yo soñé con aviones que entre sí se mataban, destruyendo la gracia de la clara mañana (…) en mi sábana blanca vertieron hollín, han echado basura en mi verde jardín (…) yo soñé un agujero bajo tierra y oscuro, y espero que mi sueño no sea mi futuro; no sea mi futuro”

Silvio Rodríguez

Con el miedo que inconsistente pero perenne, me acecha de un mal día cerrarle la puerta de mi creatividad (buena o mala) a mis dedos en el teclado: dícese miedo a no seguir escribiéndole al viento, retomo el afán de tratar de hilvanar líneas en un intento por demás desesperado de tocar algún corazón no enajenado.

Apelé al reproductor de música del ordenador y Silvio me trajo en el random alocado de canciones, la respuesta que me faltaba “porque sangra de abajo, yo no vendo ni rajo mi pasión (…) torpe pero sincero aún no soy caballero y que el cielo me libre de cordura; no me embriaga la altura ni me aburren los sueños: no es por moda que estallo y que me empeño…”

Y sí… abrumada por observar casi impotente cómo la humanidad de este lado de la tierra, pues no sé (pobre ignorante yo), en realidad cuál de tantos es el peor flagelo del oriente; observar, repito, cómo naufragamos en un terrible y contagiosisimo padecimiento para no darle el matiz de síndrome, que consiste en volvernos máquinas de producción y consumo, máquinas de uso y abuso tecnológico, cuya peor característica es que no nos importa nada ni nadie que no esté muy estrechamente involucrado con nosotros, sea por azar o sangre.

Desesperada de ver hasta qué punto, la madre natura a gritos da señales de agotamiento, de desangre, de destrozo y seguimos sin querer cuidarla, respetarla, enmendar todo lo mal hecho… Así pues, me postro ante mis propias letras porque ya me aturde mi voz, porque a los que conmigo conviven los tengo hartos de discursos en pro de la vida y de lo verdaderamente vivo.

Soy venezolana, sí, pero no tuve la inmensa dicha de nacer en el corazón de algún terraplén llanero o andino, o de que me hubiesen parido en el centro de mi patria, donde el coraje y la dignidad no saben de temores. No. Nací en el Zulia, hermosa y cálida región llena de gente jocosa, hospitalaria y de muy buen gusto culinario, y para más colmo en Maracaibo: terruño destinado por su población a vivir al revés de su realidad patria, de los “vivos bobos”, de la ingratitud a que le enseñaran a pescar, de la gratitud y gracia a que le regalen el pez.

Zulia: mayor población votante del país donde el gobierno Nacional si mal no recuerdo a ganado solo dos veces en procesos electorales que han sido exitosos 11 de 12 veces en el resto del país; región productora de petróleo a borbotones, de cocoteros, de mujeres hermosas y nobles y de gente prepotente y mal hablada en general. Región que le dio a la ultraderecha de siempre (a la que nos ha sabido dilapidar, humillar y tratar con la peor de las demagogias desde hace más de 50 años) nada menos que 12 curules en la Asamblea para que “legislen” o mejor dicho impidan legislar a partir del año entrante en el Congreso. Región donde no funcionan o funcionan parcial y derruidamente todas las obras novedosas e integracionistas del gobierno nacional: esa es mi región, aquí vivo, y quién me puede juzgar si de corazón lo que deseo es no volver a votar aquí???

Cerrar con el dolor de mis años, la maleta donde irá mi vida a instalarse en alguna otra porción de mi hermoso paisito donde haya algo más que maldiciones por el calor, los huecos, la basura, donde haya propuestas, bibliotecas populares, consejos comunales que quieran algo más que dinero particular y mal administrado; y desde esa o cualquier trinchera seguir luchando porque mi hijo y tus hijos, tomen más un libro que un monitor, beban más jugo de fruta y menos coca-cola, sepan más de Manuela y Martí que de Páez o Santander y menos de Lady Gaga o Don Omar que de Alí o de la Cantera, o al menos de un Ilan o de Soledad, para que el radicalismo ideológico no me llene de reproches.

Así, también el Zulia y casi todos los estados de mi patria, así como nuestros países hermanos están sufriendo el rigor de la atmósfera tan por nosotros maltratada y azotada de mil formas, pero lo doloroso es que no lo aceptemos. Que sigamos clamando, pidiendo rogando, sin recordar que nada damos y que se debería tener un ápice de moral hasta para elevar la cara al cielo y suplicar alguna dádiva divina. Sí, moral. Antes de pedir mirarnos por dentro y preguntarnos que dimos nosotros? Qué le dimos a este cielo para ahora pedirle que deje de enviar agua, o si cuando “inclemente” también, en los primeros meses del año nos azotó de sequía , fuimos capaces de aceptar nuestra culpa y apagar la luz aún más allá de los forzados apagones que al parecer se olvidaron. Habrá pensado alguien en este contraste? ¿Existirán las casualidades? Creyentes y beatos, respóndanme si pueden.

Será acaso que alguien sabe que dilapidamos a la tierra de mil formas cada hora? Desde la mala mirada al indigente borracho, pasando por el clientelismo y precio al humano, hasta llegar al consumo indiscriminado de aerosoles, aceite en los sumideros de agua y grifos abiertos sin mesura ni piedad. Hablando de casualidades me llega al oído ahora Fernando Delgadillo con estas palabras:

Se tiene poca idea de los alcances
que abarca la palabra corrupción,
desde el soborno al funcionario
y policía, protección de matones
y el favor.
Casi cualquier delito tiene arreglo
o encuentra con dinero solución.
Bajo la corrupción no tienen sitio
ni patria, ni el amor, ni la verdad.
si todo tiene un precio
¿a dónde está el ideal?
que me guiaron a creer y respetar
habito un sito ajeno a sus valores
donde ser joven es el primer mal,
se quita con el tiempo
si te haces de un lugar
donde dejes que todo siga igual.
Ya vendrán luego nuestros hijos
es la disculpa entre otras que te das
a crecer y a formar un sitio
mejor que el que ahora nos toca habitar
son sueños que se pierden en el mar.
Se puede hablar tendido
y largo tiempo
del daño de esa contaminación
que ensucia ambiente
y medios de la comunicación

Hay tanto que cambiar y nadie empieza
a muchos les da miedo comenzar
sienten que alguien espera
a que se salgan de la fila
para poder ganarles su lugar
hacia ninguna parte.
Somos el eslabón con los ancestros
y al milenio estamos por despedir
hijos de una cultura
que se fue y nos dejo aquí
para alumbrarle el paso al porvenir.
Evolución por nuestras vidas
hay que crecer al vuelo y recordar
que otros se pasen sus mentiras
y abrir los ojos donde la verdad
ya no sean sueños que se pierden en el mar
sueños que se pierden en el mar.

Más allá viene una gaita de cuando el teclado y la digitalización no habían mancillado ese hermoso género musical de la (por mí) maltratada en este escrito, región zuliana:

“Por qué, por qué destruyen al mundo cuál es la razón de ser, el hombre va a perecer, la destrucción va a vencer, morirá lo más fecundo (…) me aterroriza pensar que el mundo está agonizando, el hombre lo está llevando a su destrucción total…”

Ahora bien, esperaré sentada pero no tejiendo ni haciéndome trenzas, esperaré sentada, sí, (pero sin descansar nunca): para ver como mi tierra de origen se da de frente con las barricadas que él mismo se colocó al paso, lo veré arrepentido de sus yerros y su infinita soberbia y abyección, viendo a mi vez cómo volverán al barro sus falsos ídolos de pésimo léxico y dudoso proceder; lo he de ver (amén Padre mío) plegándose al verdadero proceso de hacer patria a través del trabajo duro, mas, ojalá no sea el hambre, la miseria, con todas sus desgracias, lo que lo empuje hasta ese peldaño.

Mientras tanto, a lo poco que le quede de humanidad de quien me esté leyendo apelo: aprendan por piedad, a meterse en el pellejo de sus hermanos, a ser alguna vez solidarios y amorosos, de ese amor que duele pero que ennoblece, dignifica, hace humano y hombre al simple ciudadano, sin caridad, con verdadero amor de revolucionario, si recordamos que revolución no es Chávez o Marx o Jesús de Nazareth, revolución es solo progreso brusco, evolución progresiva, radical, indetenible de tu patria de tu día a día, de tu alma, de tu corazón o espíritu: tomando en cuenta eso sí, las palabras de Ernesto (Ché) Guevara de la Serna, que él pronunciara en una charla a los miembros de la Seguridad del Estado, titulada

“La influencia de la Revolución Cubana en la América Latina”: Contrarrevolucionario es todo aquel que contraviene la moral revolucionaria, no se olviden de eso. Contrarrevolucionario es aquel que lucha contra la Revolución, pero también es contrarrevolucionario el señor que valido de su influencia consigue una casa, que después consigue dos carros, que después viola el racionamiento, que después tiene todo lo que no tiene el pueblo, y que lo ostenta o no lo ostenta pero lo tiene. Ese es un contrarrevolucionario, a ese si hay que denunciarlo enseguida, y al que utiliza sus influencias buenas o malas para su provecho personal o de sus amistades, ese es un contrarrevolucionario y hay que perseguirlo pero con saña…”

martes, 7 de junio de 2011


Puerto del Sol, 8 de junio de 2011

En tu cumpleaños:

Hoy (o casi hoy): 8 de junio, se cumplen 34 años de que otro guerrero de la luz y de la sombra pisó mi tierra para librar cientos de batallas. Pero para mí no se trata de cualquier guerrero. Se trata de quien tendió ante mis ojos el hermoso tapiz de probabilidades para vivir y sentir; del que abrió mi alma para la admiración a lo viril como nunca antes: abriendo mi vientre para recibir el fruto de su enseñanza principal: enseñarme a amar hasta dar vida con mi vida y con su amor.

Sí: un día como hoy en mi encrespado pueblo, una hermosa y bendita mujer se partía en dos para entregarme ese fruto de sus ensueños, para enseñarlo a amarme a través de ella y de sus afables caricias.

Amado: ojalá llegues a medir alguna vez el modo que tiene mi corazón de llevarte en sus alas; el modo que tienen mis ojos para llorarte en la ausencia y el modo que tiene mi pecho para vibrar ante ti, o quizás no. Mejor es que nunca lo midas: es algo tan mío como lo eres tú en el amor que te profeso.

Solo queda desearte toda la dicha y plenitud que hayas sido y seas capaz de labrarte en tu andar con o sin mí, que se repita muchas veces este día con tu pulso vigoroso e incansable por otros 34 y muchos más, y ojalá también de esos haya algunos (por no pedir muchos ni mucho) al lado mío.

Que la vida te siga poblando con sus vaivenes y la nobleza de espíritu siga siendo tu norte, que la paz de tus ojos siga sirviéndome de lumbre en mil túneles más.

Que a ti hoy y siempre todo te brille.

P.D. Santiago también te ama y te desea junto a mí Feliz cumpleaños Carlos Eduardo: marido mío, padre de mi hijo.

María Mayela

martes, 24 de mayo de 2011

¿Quién te hizo Jefe?








(…)Tu amigo Mr. Smith, inglés o yanqui, yo no lo sé, se subleva cuando escribes shell. (Parece que ahorras una ele, y que además pronuncias chel.) Bueno ¿y qué?
Cuando te toque a ti, mándales decir cacarajícara, y que donde está el Aconcagua,
y que quién era Sucre, y que en qué lugar de este planeta murió Martí.

Un favor: Que te hablen siempre en español.

Nicolás Guillén (Problemas del Subdesarrollo)

Realmente me duele en el alma, que las generaciones que me preceden, no hayan querido percatarse de que comprar todo hecho era soga para nuestro cuello, que nuestro vendedor de tecnología no era más que el explotador innoble de nuestra materia prima humana y material y que cada transacción económica era hundir más esa bota sobre nuestra cabeza.

Pero ya el mal se hizo. Así está todo y de nada sirve llorar sobre las huellas de atrás; y la ingenuidad y actitud acomodaticia de mis antecesores y (por qué no admitirlo) de la generación actual de “adultos pensantes y actuantes”, no me impedirá que al menos me desahogue; y qué mejor sitio para hacerlo que las propias redes sociales que el imperio que siempre pisó a mi bandera ha creado.

¿Qué se creen que son? ¿En qué momento el Creador de la Tierra les dio tanta licencia?

Eres un país de alta tecnología, adelanto en telecomunicación, en infraestructuras groseramente avanzadas y embellecidas. Pero a costa de qué?

Eres la patria de los drogadictos, obesos, libertinos sexuales, y esquizofrénicos potencialmente asesinos donde los adolescentes compran armas en lo automercados de víveres. Eres guarida de cloacas humanas: terroristas, mercenarios, banqueros prófugos. Eres promotor de cruentas dictaduras en otras naciones, de injusta y absurda bipolaridad política dentro de tu seno. Eres terror y angustia, mal recuerdo para decenas de países. Por corazón tienes cañones, misiles, violencia ruin y sin sentido. Eres la mano derecha de quienes van por el mundo imponiendo con sangre: religión, cultura y apropiación ilegítima de tierras. Eres descaro y desvergüenza mundial, y así: pretendes imponerme medidas sancionatorias? Te crees con derecho de decidir con quién voy a intercambiar productos o a quien le hablo y a quien no?

Tú, padre del racismo, del maltrato a inmigrantes, de la deportación cruenta, me dirás a mí a quién he de venderle petróleo o regalarle agua? Sabes qué? LÍMPIATE PRIMERO EL ALMA SI ES QUE LA TIENES. Ojalá desaparezcas con toda y tu NASA y tu gente alienada y obnubilada, ojalá te desintegres del globo con toda y tu mierda, que la historia me juzgue el desdén, que sé que tu deuda de muerte y crueldad, la juzgará mucho antes!!!

Yo no le digo Tío Sam Don Samuel, porque hermano de mi Patria Usted NO es.

Siempre te haré eco Alí: porque el pueblo brindar con los gringos, esa verga, sí que NO!!!


10 Mandamientos para salvar la tierra

1. Acabar con el sistema capitalista

2. Renunciar a las guerras

3. Un mundo sin imperialismo ni colonialismo

4. Derecho al agua

5. Desarrollo de energías limpias

6. Respeto a la madre tierra

7. Servicios básicos como derechos humanos

8. Combatir las desigualdades

9. Promover la diversidad de culturas y economías

10. Vivir bien, no vivir mejor a costa del otro