lunes, 14 de abril de 2008

De artistas hermosos que alguna vez estuvieron enfermos


“...La presión de esta batalla borra
Londres con pasmosa rapidez. Como muestra de mi actual estado de animo, esta
reflexión: la capitulación implicará la entrega de todos los judíos. Campos de
concentración. Nosotros al garage (donde ella y Leonard habían decidido
asfixiarse en caso de invasión). Eso esta AHÍ, DEBAJO DE LA VIDA COTIDIANA...Me
llamó la atención un sentimiento curioso: que el “yo” que escribe se ha
desvanecido. No hay público. No hay eco. Eso es morir un poco...”

(Domingo 9 de Junio de 1940, Diario Intimo, parte 3, Virginia Woolf)



...adeline virginia stephen, mejor conocida como virginia woolf, es la escritora y ensayista britanica a la que dedico este pequeño homenaje.


Virginia Woolf, nacida como Adeline Virginia Stephen en Londres el 25 de enero de 1882, y fallecida en Lewes, Sussex, el 28 de marzo de 1941, fue una destacada escritora y editora británica. Inicialmente se dedicó a escribir ensayo y crítica literaria, y escribió su primera novela, Fin de viaje, en 1915. Durante el período de entreguerras, se convirtió en una importante figura de la sociedad literaria londinense y formó parte del Grupo de Bloomsbury. Sus novelas más conocidas son La señora Dalloway (1925), Al faro (1927) y Orlando (1928).


Era el 28 de Marzo de 1941 cuando esta mujer, llamada Virginia Woolf, se internaba en aguas del río Ouse. Sus bolsillos estaban cargados de piedras. Esta vez no tenía que fallar como en una ocasión reciente. La última crisis se hacía larga; cada vez más deteriorada y habitada por los fantasmas del pasado, los últimos días se poblaron de las voces de sus muertos queridos. El escenario que la rodeaba no era menos alentador. El país en guerra y bajo amenaza de invasión. Los integrantes de la familia y de su entorno social, aislados y careciendo de combustible para movilizarse. Londres prácticamente destruida; su hogar bombardeado y las posesiones, hasta sus libros quemados. Con Leonard, el esposo, habían hecho un pacto suicida: si por la condición de judío de él decidían llevárselos disponían en la casa de un medio para matarse juntos.Su compañía eran: Leonard, su protector por casi treinta años y las visitas, esporádicas en ese momento, de su hermana Vanesa de quien nos atrevemos a decir era la gran y tal vez única pasión de su vida.¿Fue esta destrucción última y acabada de Virginia un nuevo intento de “exorcismo”, según sus términos, es decir, de tramitar un duelo o fue la expresión definitiva y terrible de lo encarnizado que le resultó dicho trabajo? ¿De que duelo tan imposible se trataba?Desde ese trágico final les proponemos remontarnos a los orígenes.La familia Stephen se fundó sobre la juntura de dos dolores sentidos como irremediables. Leslie, el padre, y Julia, la madre; eran dos viudos inconsolables cuando se unieron.Según palabras de Leslie, la esperanza le había desaparecido de su vida. Julia, a su vez confesó que “...ella se había desintegrado como un barco en un naufragio...” y para poder sobrevivir se lanzó a una constante y febril actividad.Conformado así el matrimonio, tuvieron cuatro hijos, que se sumaron a los cuatro anteriores.Desaparecidas la acción y la intriga, sus narraciones se esfuerzan por captar la vida cambiante e inasible de la conciencia. Influida por la filosofía de Henri Bergson, Woolf experimentó con especial interés con el tiempo narrativo, tanto en su aspecto individual, en el flujo de variaciones en la conciencia del personaje, como en su relación con el tiempo histórico y colectivo. En Las olas presenta el «flujo de conciencia» de seis personajes distintos, es decir, la corriente preconsciente de ideas tal como aparece en la mente, a diferencia del lógico y bien trabado monólogo tradicional. Escribió así mismo una serie de ensayos que giraban en torno de la condición de la mujer, en los que resaltó la construcción social de la identidad femenina y reivindicó el papel de la mujer escritora. En Una habitación propia revela la evolución de su pensamiento feminista. Destacó a su vez como crítica literaria, y fue autora de dos biografías: una divertida recreación de la vida de los Browning a través de los ojos de su perro (Flush) y otra sobre el crítico R. Fry (Fry). Asimismo, junto a E. M. Forster, llegó a escribir una carta a varios periódicos ingleses sobre el efecto que la censura tenía sobre el ánimo de los escritores, a raíz del intento del Sunday Express de condenar la novela de temática lésbica El pozo de la soledad (The Well of Loneliness, en inglés), de Hall.
Durante su vida, sufrió una enfermedad mental hoy conocida como
Trastorno Bipolar de la Personalidad, que la llevó a suicidarse el 28 de marzo de 1941, lanzándose al río Ouse, en Rodemell con varios montones de piedras en los bolsillos. Había desaparecido de su casa el día anterior.



"Querido:
Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no
puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a
recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo
lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en
todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan
haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo
luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé
que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo
leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido
totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que… Todo el
mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda
nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por
más tiempo.
No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo
que lo hemos sido nosotros.
V."




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10 Mandamientos para salvar la tierra

1. Acabar con el sistema capitalista

2. Renunciar a las guerras

3. Un mundo sin imperialismo ni colonialismo

4. Derecho al agua

5. Desarrollo de energías limpias

6. Respeto a la madre tierra

7. Servicios básicos como derechos humanos

8. Combatir las desigualdades

9. Promover la diversidad de culturas y economías

10. Vivir bien, no vivir mejor a costa del otro