lunes, 28 de julio de 2008

sentires

"El tiempo pasó y todos crecimos -bueno, no todos,
algunos seguían mirando por la ventana y sobrevolando la moqueta azul de la oficina.
En el trabajo aún se perdía en las selvas de sus sueños y un grito le nombraba,
le arañaba y rompía el dulce sortilegio"
Ismael Serrano (Pájaros en la Cabeza)
Pájaros en mi cabeza... al menos tengo cabeza, antes era como Vicky Baum: un ángel sin cabeza. Pero no sé qué prefiero. No sé siquiera si preferir es una opción viable, si alguna vez pude preferir algo en mi existencia.
Creo que nos pasa a todos: querer solo la parte suave de las rosas, solo la parte jugosa del pastel.
Pero es muy mío aquello de adorar las calles, de disfrutar cualquier loco o paupérrimo género musical, de querer de mis hombres lo que nunca me dieron, o de no percatarme de cuando me dan con creces algo que debí querer; es muy mío aquello de respirar a fondo cuando un perfume me gusta, de saborear con gula un bocado que aprecie, de sufrir hasta el desangre cuando algo me zahiere.
Quisiera no intuir tantas cosas para que no me digan que me hago historias, cuando sé, cuánto de mis paranoias no son más que futuras (y muy prontas) realidades. Mi intuición, mis presentimientos y mis percepciones etéreas son tan cercanas a lo real y tangible que todo mi talento en experimentarlos no es más que una cruel y perenne pesadilla. Y a veces pensando en el amado que me toque recito suavemente a Storni:
"Cuando encanta la boca seductora debe ser fresca, su decir ameno;
Para tu oficio de amador no es bueno el rostro ardido del que mucho llora.
Te reclaman destinos más gloriosos que el de llevar,
entre los negros pozos de las ojeras, la mirada en duelo"
Así sigo, en el absurdo de necesitar lo que no me puede ser dado, de llorar sin pañuelo ni hombros, de sentirme emocionada, triste, carente, importante o miserable sin tener casi nunca a quien contarle.
Mi afición esclavizante, enfermiza y trascendente: leer; la depresión no me lo está permitiendo, ahí les dejo esa, pa que no me juzgueis cruel por mis actos, No vaya ser que si sigo mortificando se encarnicen acusándome de propagar la hiel de la soledad no planeada.

7 comentarios:

Carla. dijo...

Claro que se puede compartir la soledad... o la casi soledad, o la idea de la soledad, o los rincones solitarios o las lágrimas no lloradas... o todo eso junto.

besos!

Anónimo dijo...

Hola Maye!!!
Lamento que andes baja de animos, no te me pongas asi.
Yo tambien he recorrida muchas veces mi camino pensando que voy sola, pero sabes, eso no es cierto, siempre hay cerca alguien que nos acompaña, talves solo sea cuestion de voltear un poco y caminar despacio.
Saludos, mujer rie, se feliz sobre todo y todos.
Besitos.

Angelica Jensen dijo...

Hola cariño, gracias por tus palabras, mira tengo grandes problemas existenciales, que requieren soluciones serias ....es decir, no estoy para escribir, por eso cierro, ya veremos que pasa......

No te preocupes, que te visito....

Аmanecer dijo...

La soledad provoca depresiòn, pero recuerda... que va y viene.
Y la tuya seguro que serà pasajera!

Deseando estes bien, y haya pasado tu depresiòn. Y si necesitas mi hombro para llorar, lo tienes.

Soy de Mèxico, Gracias por visitarme Maye!

Besos y muchos màs.

Ana Cristina Bracho dijo...

Muy bueno Maye, pronto estarás menos triste.

Carla. dijo...

y como sigues?
besos desde méxico

marisa dijo...

a veces te emparanoyas tela...


10 Mandamientos para salvar la tierra

1. Acabar con el sistema capitalista

2. Renunciar a las guerras

3. Un mundo sin imperialismo ni colonialismo

4. Derecho al agua

5. Desarrollo de energías limpias

6. Respeto a la madre tierra

7. Servicios básicos como derechos humanos

8. Combatir las desigualdades

9. Promover la diversidad de culturas y economías

10. Vivir bien, no vivir mejor a costa del otro