...quizás no nos demos cuenta porque estamos inmersos en él; como el incauto que recibe una bala en el lado más vulnerable del cráneo y jamás se enteró de su cambio dimensional.
Desconozco el sentido que los religiosos le dan a ciertas cosas, a ciertos rumbos de su modo de vida, pero no me intriga mucho el averiguarlos, más bien me cansa imaginarme sumergida en análisis teológicos que redunden en lo antropológico. Pero el caso es que hoy un (a mi juicio) dislocado grupo fanático profetizó el “Armagedón” por llamarlo de algún modo, y realmente lo único que me afana al respecto es no haberme hecho de una buena botella espirituosa que me amenizara el burlarme a mandíbula batiente como sé, que lo está haciendo mucha gente el día de hoy.
No obstante, hay acontecimientos regados en este disparate de planeta que sí me causan entre desazones y dolores, esperanzas y quebrantos y hasta malicioso júbilo.
Por ejemplo, hoy mi niño, triste ya por no poder irse de viaje con su padre o ir al menos un rato a algún parque con él, se golpeó fuertemente mientras jugaba con su primita quien le sesga todos juegos en una suerte de no compartir ni lo que es de su primo.
Mientras en España y otros países de la Unión E. el pueblo se alza en pro de asuntos que ya para Latinoamérica son historia de otras décadas, al tiempo que las potencias masacran sin rubor a pueblos soberanos en cultura e historia, cagándose en los espantapájaros históricos llamados ONU y afines.
Esto, a la par del avance de una sociedad occidental, enajenada hasta el dolor, donde el DIOS a adorar es el consumo y su templo los centros comerciales.
¿Qué hacer? “Ya se me está pasando” me dijo Santiago cuando le dí antiinflamatorio y le sobé la cabeza, y mientras me digo: “¿Y cómo hijo te resguardo de los golpes de este despiadado mundo humano?” Lo sé: no es mi rol.
¿Cómo le digo 'basta' a esta basura de sistema que me reduce a preparar comida a comerla, a pagar deudas y a generarlas?
Adelante Mayela: chupemos y digamos que es menta.
El almuerzo te espera.
Hay que limpiar el cuarto.
Me servirá el limón para festejar con vodka el fin del mundo del este 21 de mayo?
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