Fueron los tiempos duros de la
amistad,
y aprenderlo bien caro nos costó.
Pero mucho aprendemos aún hoy por
hoy
cuando resbala algún antifaz
que deja ver el rostro de la
ambición.
Octubre
de nuevo nos muestra su rostro de
cuarto menguante.
Pero en esta fecha se siente un
calor sofocante.
Se siente que se ha envejecido
destruyendo mitos,
cambiando mil nuevos ciclones por
nuevos amigos.
Silvio Rodríguez
Decía Facundo: el mundo… el mundo que a pesar de tanto
suicida y tanto homicida sigue siendo un paraíso, y es verdad. Como verdades
son las de Alí, como son verdades las maldiciones del vecino en su sentir de
miope.
Pero hoy como siempre y como nunca, me acompaña y me
respalda la verdad de saberme amada porque estoy amando con certera agudeza.
Me arropa la verdad de saberme sonriendo por encima de
cualquier tropiezo, ardiente o frío…
Creo saber a quién me debo y eso me basta para seguir
caminando; para reírmele a mi reflejo; para no ceder en los sueños; para
entender que la amargura y la culpa son trampas que solo habré de permitirme en
muy cortas temporadas.
Creo saber a dónde voy y eso me da el chance de caminar dibujando,
a pesar de las espinas, del lodo, de la inclemencia del sol…
En lo tangible solo sé que me voy a morir, en lo
esencial, sé que mi amor es para siempre: con eso tengo.
María Mayela García
Octubre, 2013 Maracaibo…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario