"...el hombre humilde que comprende adónde va todo a parar; el que observa con cuánta facilidad
convierte cualquiera su huerto en un paraíso, y con cuánto tesón el infeliz que gime encorvado bajo el fardo de la miseria prosigue casi exánime su camino, aspirando, como todos, a ver un minuto más la luz del sol, está tranquilo, crea un mundo, que saca de sí mismo, y también es feliz, porque es hombre. Podrá agitarse en una esfera muy limitada; pero siempre llevará en su corazón la dulce idea de la libertad y el convencimiento de que saldrá de esta prisión cuando quiera..."
"Soy feliz aunque ustedes no me den permiso, me bendice Dios y me guían Bolívar y Marx" A. P.
lunes, 27 de julio de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario