Un hombre formado según las reglas, jamás producirá nada absurdo y absolutamente malo, así como el que obre con sujeción a las leyes y a la urbanidad nunca puede ser un vecino insoportable ni un gran malvado; sin embargo, y dígase lo que se quiera, toda regla asfixia los verdaderos sentimientos y destruye la verdadera expresión de la naturaleza.
"Soy feliz aunque ustedes no me den permiso, me bendice Dios y me guían Bolívar y Marx" A. P.
viernes, 17 de julio de 2009
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