Con algunas cosas he chocado, así, otras han chocado conmigo; y veo y a veces me lamento de oir y ver todo lo que me circunda porque, aunque me recrea y enaltece la sonrisa luminosa de mi hijo, tanta porquería externa me supera... Tanto así, que me han rodeado cientos de temas para escribir: dolorosos, tenues, agudos, de interés propio de interés general, y por nada me he sentado donde ahora estoy; y fue tanto lo que se me juntaron tópicos, razones porqués y circunstancias, que acá ando, intentado zafar los entuertos que mis silencios van dejando el alma, para que así no haya tanta sangre y tormento al dormir, al lavar los platos o al montarme en un bus, y de momento hago al menos la proyección de lo que pudieron haber sido (o quizás alguna vez lleguen a ser) todos mis nuevos post en este rincón electrónico, al cual hasta la CIA debe haberle echado una mirada alguna vez (oh si claro qué modesta):
Mi tía preferida la cual fue nombrada por mis padres, desde mis dos años como mi madrina, murió cual pavesa;
Honduras está siendo mordisqueada por los dientes de oro de su majestad, el pulpo de la ultraderecha, ante la vista (ya no inerte) del mundo entero con gritos a voz en cuello de la fuerza joven y obrera de latinoamérica;
Ando en la espera de que algunos de mis amores hagan honor a llamarse amantes y no me sigan clavando la daga de las decepciones con ausencias y actitudes vanas;
Tengo un infinito y acérrimo anhelo de ejercer todas las hermosas locuras para las que me preparé por más de siete años estudiando hasta sangrar las lágrimas y el sistema del sitio donde vivo me lo están impidiendo;
La avasallante y estremecedora experiencia de ser madre me tiene el corazón y el alma en carne viva, a flor de piel, con el grito mudo de mi garganta infeliz, y la lágrima presta de mis ojos deficientes, que ven en cada niño a mi niño de sol;
El amargo desencanto de ver hermanos a quienes admiré y amé entrañablemente, convertidos ellos en lo que tanto protestaron en fin...
Hasta del hecho de mi nostalgia inminente de escribirle a mis amigos de blog hermanos, de compartir cuitas risas y lamentaciones, hasta de eso debo una entrada de entradas que nno sé si un mañana habré de escribir...
"Soy feliz aunque ustedes no me den permiso, me bendice Dios y me guían Bolívar y Marx" A. P.
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1 comentario:
Yo a veces siento lo mismo. Pero no claudiques. Tu amor te inunda, tu vida te aguarda.
Un abrazo
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