domingo, 23 de marzo de 2008

Mi hijo cumple un añito de vida



Maracaibo (Venezuela), 23 de marzo de 2008


Santiago Elías:

Cuando me decían que mi vida cambiaría lo tomaba de modo tan natural, tan tácito que transcurrí en tu gestación exponiendo todas las señales posibles de inmadurez emocional. Y era cierto: mi vida cambió, mas no del modo que pensé. No tenía idea de lo que por fuera y por dentro de mí pasaría.
Hijo, eres el símbolo de mi supervivencia, de mis ganas incesantes de seguir respirando, mi único percance ineludible pero mi mayor solución, mi amor polifacético, mi luz inagotable.
Comienzan los ciclos a cumplirse, van 366 (año bisiesto) días de permanecer acá. Ojalá que sean muchos los que me toque verte vibrando con piel corazón y huesos, ojalá muchos en los que pueda tenderte mi mano sin que aún me cierres los ojos.
En este momento eres mi epicentro, el eje de todos mis círculos; te preparo para que seas dueño y señor de tu vida; para que eleves tus alas tan lejos de mí que quieras volver en cada invierno.
Hoy eres un principiante en esa ardua tarea de seguir existiendo; mañana te tocará esa hiel que es masticar las injusticias, ese afán que significa subsistir robándole inspiración a la tristeza.
Serás (si la justicia divina lo tiene contemplado) un hombre al que le diré bebé y gordito (en secreto) para siempre pues jamás diferirás mucho así seas un anciano, de esa boronita que me sacaron del vientre aquella lluviosa mañana.
Hijo: hoy, como el Chino Mora, sin un centavo en el bolsillo, sin menos aún qué comer, hoy al primer año gregoriano de tu existencia, a tus primeros 366 días a mi lado día y noche, hoy, quiero enviarte tres palabritas que hagan más que un te amo, quiero desearte toda la dicha que un mundo infeliz como este te pueda permitir, y si no, toda la fuerza que requieras para soportar los dolores, aquellos inevitables y esas necedades de que tan humanamente nos hacemos presa.
Te amo hijo, que siempre te acompañe esa certeza.
Que la luz de mi amor te sirva de estrella de la fortuna, tu buena estrella: una estrella para todos para vos.

María Mayela García G.
Tu mamá

5 comentarios:

marisa dijo...

antes de nada, felicitar al moreno!! para que cuando sea mayor y lea el blog de su mamá, le pueda explicar que soy una española que viaja por el blog y por el msn (probablemente se reirá de nuestra antiguedad...) decirte que tienes una mamá fantástica que estoy segura que irá poniendo las primeras letras en tu libro aún en blanco para que no te tuerzas al escribir. Por otra parte, recordarle a tu mamá que no eres de su propiedad, que los hijos son de la sociedad y que nunca pierda el rumbo y piense que debes ser lo que a ella le gustaría que fueses... me gustaría tener de fonde "esos locos bajitos" de Serrat.. muchas felicidades wapo!!

(si me dejas tu dirección, le mando un regalo de cumpleaños al nene)

Soledad Flaubert dijo...

¡¡¡¡Felicidades a los dos!!!! A Santiago por tenerte y a ti por saber disfrutarlo. os tenéis que es lo que vale.
Leyéndote, he recordado a Miguel Hernández: estarigo algunas estrofas:

Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Cántale de mi parte. Un besote para los dos.

Sole

Soledad Flaubert dijo...

Mi regalo para los dos en:
http://enelojopatio.blogspot.com/2008/03/para-santiago-elas-y-mara-mayela-garca.html

Angelica Jensen dijo...

Feliciades querida! para tí y tu hijito!

Linda música!

Fer dijo...

Gracias por pasar por mi camino, es maravilloso lo que escribiste para tu niño. Un beso grande y nos estamos leyendo por aqui y por allá


10 Mandamientos para salvar la tierra

1. Acabar con el sistema capitalista

2. Renunciar a las guerras

3. Un mundo sin imperialismo ni colonialismo

4. Derecho al agua

5. Desarrollo de energías limpias

6. Respeto a la madre tierra

7. Servicios básicos como derechos humanos

8. Combatir las desigualdades

9. Promover la diversidad de culturas y economías

10. Vivir bien, no vivir mejor a costa del otro